Podría causar severas afectaciones en la Ciudad de México, opina director del Cires
El director del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires), Juan Manuel Espinoza, dijo que “sabemos que hay la amenaza de un gran sismo en la brecha de Guerrero, donde apenas acaban de ocurrir los sismos, se presumía que sería el de 1985, pero fue en Caleta de Campos”.
El director del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires), Juan Manuel Espinoza, dijo que “sabemos que hay la amenaza de un gran sismo en la brecha de Guerrero, donde apenas acaban de ocurrir los sismos, se presumía que sería el de 1985, pero fue en Caleta de Campos”.
“Son sismos que están ocurriendo en la región que amenaza con generar un sismo de rango importante que podría causar severas afectaciones en la ciudad de México. Paradójicamente estamos lejos pero el suelo de la ciudad es algo que resuena con diferentes características. El espesor de las capas blandas es variante”.
Entrevistado en el contexto de la Convención Nacional de Protección Civil 2014, explicó que en Guerrero por la proximidad, podría ser menos espectacular la noticia, pues cuenta con menos infraestructura, menos habitantes y menos inversión.
Espinoza resumió que el CIRES -asociación civil sin fines de lucro creada en 1986 a raíz del sismo de 1985 que tuvo su epicentro Caleta de Campos, en Michoacán- con apoyo del gobierno del Distrito Federal, estableció un sistema complejo y elaborado de alerta temprana, a través de receptores de alerta sísmica, el cual puede medir el inicio de un sismo en la zona de Guerrero, si se percibe como muy fuerte se avisa por radio a México, Acapulco y Chilpancingo para anunciarlo.
“Si hay otra estación que lo percibe entonces se alerta. Todo ocurre de manera automática”.
Precisó que la alarma se ha probado desde el sismo del 18 de abril, aunque subrayó que “tiene que ver la oportunidad y la distancia a que nos encontremos del epicentro al momento que ocurre el temblor, son 70 segundos para la ciudad de México, 20 segundos para Acapulco, los tiempos se reducen”.
“No podemos alarmar a la gente. Sabemos que el peligro es real. Sabemos que puede ocurrir en cualquier momento”.
Finalmente dijo: “la gente debe preocuparse cuando construye, cuando hace planes de prevención, cuando día con día se debe cuestionar cómo se podía proteger, qué hacer si escucha la alerta. Se hace un círculo virtuoso y se reduce la vulnerabilidad”.
Entrevistado en el contexto de la Convención Nacional de Protección Civil 2014, explicó que en Guerrero por la proximidad, podría ser menos espectacular la noticia, pues cuenta con menos infraestructura, menos habitantes y menos inversión.
Espinoza resumió que el CIRES -asociación civil sin fines de lucro creada en 1986 a raíz del sismo de 1985 que tuvo su epicentro Caleta de Campos, en Michoacán- con apoyo del gobierno del Distrito Federal, estableció un sistema complejo y elaborado de alerta temprana, a través de receptores de alerta sísmica, el cual puede medir el inicio de un sismo en la zona de Guerrero, si se percibe como muy fuerte se avisa por radio a México, Acapulco y Chilpancingo para anunciarlo.
“Si hay otra estación que lo percibe entonces se alerta. Todo ocurre de manera automática”.
Precisó que la alarma se ha probado desde el sismo del 18 de abril, aunque subrayó que “tiene que ver la oportunidad y la distancia a que nos encontremos del epicentro al momento que ocurre el temblor, son 70 segundos para la ciudad de México, 20 segundos para Acapulco, los tiempos se reducen”.
“No podemos alarmar a la gente. Sabemos que el peligro es real. Sabemos que puede ocurrir en cualquier momento”.
Finalmente dijo: “la gente debe preocuparse cuando construye, cuando hace planes de prevención, cuando día con día se debe cuestionar cómo se podía proteger, qué hacer si escucha la alerta. Se hace un círculo virtuoso y se reduce la vulnerabilidad”.
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