viernes, 20 de junio de 2014
EL PERSONAJE DE LA SEMANA
MARINA DE LA CRUZ MEDEL
* Ejemplo de esfuerzo y dedicación, comenzó en una enramada hace casi 17 años, vendiendo pozole.
* Ejerció de padre y madre, educando a sus tres hijos dentro de la Cultura del Esfuerzo.
* Es fiel ejemplo de la mujer costeña, luchona y noble-
* Hoy en día, su Restaurant Marina es referente gastronómico obligado en el Bello Nido.
Su madre fue quien le insistió que aprendiera a preparar pozole, ‘’por si te llegara a ir mal en el matrimonio vas a poder mantener a tus hijos’’ le decía. Independientemente del consejo de su progenitora, a Marina siempre le gustó cocinar y soñaba con tener su propio negocio de comida.
Con mucho sacrificios hizo su carrera comercial y al concluirla comenzó a trabajar en el Banco Somex, luego de eso puso una pequeña zapatería pero al ver que no obtenía ganancia suficientes y que descuidaba a sus pequeños hijos, cerró la zapatería y comenzó a hacer tamales en su casa y los vendía muy bien, pero seguía con la inquietud de tener su propio restaurant y pensando que por algo debía empezar, tomó la decisión de poner una pequeña enramada en un terrenito de su propiedad que estaba muy cerca de las instalaciones de la Expo Feria.
Y comenzó a hacer pozole, aunque hubo quien le aseguraba que no le iría bien debido a que entonces esos terrenos estaban en despoblado y que la gente no iría hasta allá, pero estos comentarios no la desmotivaron, sino por el contrario, fueron el acicate que necesitaba para darle más empuje al negocito que iniciaba. Marina comenzó a correr la voz de que hacía pozole ‘’allá en el campo’’ y los clientes comenzaron a llegar, cada vez más y más hasta que ya no cabían en la enramada.
Fue un comienzo difícil, pues aunque todavía vivía con el padre de sus hijos al cambiarse al campo vivían prácticamente debajo de un árbol, pero se fue haciendo más y más popular el pozole de Marina que llegó un momento en que ya no cabían los clientes en la pequeña enramada. Al mismo tiempo fueron levantando unos cuartitos. Entonces construyó una cabaña más grande y agregó al menú ceviche y cuatetes al mojo, servido con ensalada y salsa de chile macho, todo esto preparado con el exquisito sazón que siempre le ha caracterizado.
En ese entonces, Sadir, su hijo mayor contaba entonces con sólo diez añitos de edad y ya la ayudaba en el restaurant y conforme fueron creciendo sus hermanos pequeños, también fueron apoyando a su madre sobre todo cuando llegó la separación de esta y de su marido.
Esos años tampoco fueron fáciles para Marina, quien tuvo que partirse en dos para seguir adelante con el negocio sin descuidar a sus hijos.
Marina se aplicó haciendo un menú con platillos variados, principalmente de la comida regional y mexicana en general, consiguiendo un éxito rotundo que permanece hasta el día de hoy, logrando
con mucho esfuerzo y no pocos sacrificios, colocar al Restaurant Marina, dentro de las preferencias de los costachiquenses. Hoy en día su menú incluye platillos internacionales también.
Marina cuenta con la satisfacción de tener dos hijos profesionistas, y su hijo mayor es quien está actualmente al frente del restaurant Marina, aunque ella de vez en vez, cuando se lo solicita su clientela se mete todavía a cocinar. Marina es una mujer creyente del Dios vivo, de ahí su fortaleza para enfrentar las duras pruebas que le ha tocado vivir. Es una mujer realizada, feliz madre de tres hijos y dichosa abuela de otros tres. Ella es fiel ejemplo de la mujer costeña luchona y noble.
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