lunes, 22 de septiembre de 2014

Hecho en Ome: Berenice De los Santos Mendoza


* Fue estudiante de alto promedio: 9.98, por lo que obtuvo la Beca UNAM.

* Quiso estudiar Historia del Arte, o alguna carrera que no incluyera ni Matemáticas ni Física y sin estar convencida de querer estudiar Leyes, presentó examen de admisión y fue admitida en la Escuela Libre de Derecho; sin embargo, seguía sin estar segura de que eso era lo que quería estudiar y declinó.
* Tiempo después retoma la carrera de Leyes en la Universidad Americana donde consigue el reconocimiento al mejor promedio de su generación.
* Tiene una Maestría en Derecho Constitucional y Amparo y un Diplomado en Juicio de Amparo, así mismo ha tomado 25 cursos de Actuario, Secretario, Argumentos y Reformas Constitucionales, entre muchos otros, en la Escuela Judicial del Poder Judicial de la Federación.
* Lleva 14 años en el Poder Judicial y su sueño es llegar a ser Juez de Distrito.
* Su vida personal está en ‘’pausa’’, pues el poco tiempo que tiene libre se lo dedica a su hija, Berenice, de quien dice es su prioridad, su razón de vivir.

Karmelynda Valverde/Ometepec, Gro.

Confiesa tener 38 años ‘’bien vividos y cumplidos’’. Ella, al igual que muchos hombres y mujeres originarios de Ometepec, y de otros tantos municipios del estado de Guerrero, es una exitosa profesional. A los 14 años sale del Bello Nido, para cursar la Preparatoria en el Instituto Pedagógico Anglo Español en la Ciudad de México, y una vez concluida esta, presenta examen de admisión en la selecta y muy reconocida Escuela Libre de Derecho y es aceptada. ‘’Era una escuela muy complicada, porque hasta ese momento yo no estaba segura de que esa fuera mi verdadera vocación. Primero fue como que accidental, porque me dije, necesito estudiar una Carrera que no tenga que ver con Matemáticas ni con Química, que nunca me gustaron y fueron mi coco aunque nunca las reprobé. A mí lo que me gustaba era Historia, Filosofía y el Arte, pero llego y le digo a mis papás que yo quería estudiar Historia del Arte y mi papá me dijo que me iba a morir de hambre y que mejor estudiara una Carrera que aparte de que me gustara fuera productiva’’.
Estando en la Escuela Libre de Derecho, Berenice entró en conflicto personal, pues seguía sin estar convencida de que eso era lo que quería estudiar ¡y desiste!. ‘’Esto coincide con que mi hermano estaba estudiando la Prepa en Acapulco y por ese tiempo vino la devaluación del 94 y para mis padres resultaba complicado mantener casa en Ometepec, en Acapulco y en el D.F. Uno de los dos tenía que ceder. A mi hermano no le gustaba la Ciudad de México. Estaba en boga la Universidad Americana fundada por Ruíz Massieu y no me pareció descabellado irme a estudiar allá’’.
Berenice decide retomar la Carrera de Leyes y se inscribe en la Universidad Americana. En cuarto semestre, entra a hacer sus prácticas al despacho Uruñuela– Walton, gracias a que ahí trabajaba otra destacada profesionista ometepequense, la Lic. Magdalena Camacho Díaz (actualmente Secretaria General del Ayuntamiento de Acapulco) madrina de Berenice, a quien la madre de esta le había pedido que le diera la oportunidad de poder incursionar en el mundo real del Derecho, sin embargo, Bere aún no estaba muy convencida. ‘’Los conocimientos que adquirí en la Escuela Libre de Derecho, me sirvieron para dos años en la Americana. Aunque yo iba sumamente adelantada, tuve que redoblar esfuerzos. Tiempo después comencé a practicar en los Juzgados Civiles. En la Americana había coincidido con una persona que tiene sus raíces en Ometepec, Xóchitl Miranda Juárez, hija del ex Magistrado Rufino Miranda Añorve. Yo apenas iba en segundo año de la Carrera y ella a punto de terminar, estaba haciendo su servicio en el Juzgado Segundo de Distrito y la empecé a escuchar hablar del Juicio de Amparo, del Acto Reclamatorio y hablaba con tanta pasión, que me la contagió y me dije ‘’cuando yo haga mi servicio social lo quiero hacer en ese lugar’’.
La misma Lic. Miranda Juárez le recomienda llevar sus papeles del servicio social con la entonces Jueza Xóchitl Guido Guzmán ‘’Fuimos seis compañeros para ver quien se quedaba ahí haciendo el servicio …yo le enseñé mis calificaciones con promedio de 9.08 a la Jueza, le dije que quería hacer ahí mi servicio ¡y me admitió! El servicio era de seis meses, pero me aventé casi el año pues ella me dio permiso de seguir practicando. Yo entonces no sabía nada de Amparo. Me decían ‘’cóselo, rubrícalo, séllalo’’ y yo ponía cara de ‘’what?’’. Empecé con los acuerdos, cómo se metía una demanda…cómo se desechaba una demanda de amparo. Recibí muchísimos regaños pero ahí descubrí que el amparo era mi pasión y eso no me lo había provocado ni el litigio, pues yo llevaba ya 3 años litigando ¡y dije de aquí soy!’’.
Berenice concluye su servicio social y sus prácticas y se sale del Juzgado de Distrito para hacer su tesis profesional. En ese tiempo, la Jueza Xóchitl Guido Guzmán, se va a Mazatlán a hacer su examen de Magistrada y le llama para hacerle saber que tenía una plaza de oficial judicial, pero Berenice no acepta pues tenía ya fecha para su examen profesional, mismo en el que obtiene mención honorífica.
Dos años después la Lic. Xóchitl Guido Guzmán, ya convertida en Magistrada le da a Berenice su primer nombramiento dentro del Poder Judicial Federal, como Oficial Judicial. ‘’fui también su secretaria particular; estuve con ella trabajando 7 años… pero en ese inter me caso y me embarazo de mi hijita…cuando ella nace yo me retiro un poco y me voy a Tlacoachis a vivir tres meses. Cuando me separo del padre de mi hija fue una situación muy complicada, pues llevaba tiempo fuera del Poder Judicial y tomo la decisión de hacer el curso de un año para ser secretaria del Juzgado del Tribunal y hago mi examen….Dije yo quiero aprender a proyectar y ahí conozco a una persona que ha sido parte medular en su vida profesional y personal’’. Ahí en el Juzgado, Berenice de los Santos era la Oficial Judicial del Secretario Miguel Ángel González Escalante. ‘’Lo conocí en el momento de mi separación y se convierte en mi maestro jurídico, en el cómplice de mis locuras, mi consejero… hoy es Juez de Distrito. Él me empezó a llevar de la mano a lo que es una sentencia del juicio de amparo. Fui cuatro años su Oficial pero él se fue de Acapulco a Guanajuato y me dije ’’creo que mi ciclo en este Tribunal Colegiado se terminó, porque no puedo seguir siendo Oficial Judicial, ni puedo seguir siendo
secretaria particular…entonces me regreso al Juzgado de Distrito y le pido la oportunidad a una Jueza que había sido mi maestra, para aprender todavía más del Juzgado de Distrito. Eran jornadas muy largas, solamente dormía un par de horas porque ahí no ves un expediente ¡sino diez!. Y es cuando comienza la labor de apoyo de mis papás, no se qué hubiera hecho sin su ayuda, mientras yo trabajaba hasta 20 horas, ellos cuidaban a mi hija’’.

Sus deseos por seguirse superando la llevaron a aceptar un cargo de Secretaria Proyectista en Piedras Negras, Coahuila, teniendo que dejar a la pequeña Bere al cuidado de don Miguel de los Santos Lugardo y doña Esthela Mendoza de de los Santos ‘’Mi primer nombramiento como Secretaria Proyectista me lo dio la Jueza Gloria Avecio Solano, en Coahuila…Fue muy difícil porque me enfrenté a una legislación diferente; aunque el amparo es igual en toda la República, poder conjugar el amparo, hacer una buena sentencia, yo estaba muy acostumbrada a los códigos de Guerrero, además con una Jueza sumamente difícil y dura…yo lloraba ´porque extrañaba a mi hija y ella me decía que no llorara que ahí no había tiempo para llorar, que cuando terminara el trabajo me tomara 15 minutos para llorar y volviera a empezar’’.

Sin embargo, Berenice siempre supo conquistar con su sonrisa, su carácter afable y don de gentes, pero sobretodo con su capacidad en el trabajo, hasta a los jueces más exigentes. A la Jueza Avecio Solano le dan su cambio de Coahuila a Guanajuato y Berenice se queda trabajando con el entonces Juez (ahora Magistrado) Edmundo Adame, con quien hace una excelente mancuerna. Luego decide regresar a Guerrero, a Chilpancingo precisamente. De ahí cubre una licencia de dos meses, luego cubre otra licencia de 8 meses en un Juzgado de Distrito, donde por primera vez no hay química con el Juez y renuncia. Encuentra trabajo en Cuernavaca pero tiempo después descubre que está cansada de andar de aquí para allá, renuncia al Poder Judicial y se regresa a Ometepec ‘’Fueron ocho meses maravillosos porque yo amo a mi pueblo y estar con mi familia en mi casa. Mi mamá me decía que me quedara a atender los negocios, pero yo no quería estar bajo la sombra de mis papás, no quería ser la hija de, y estaba convencida de que yo podría lograr algo en un mundo totalmente diferente al que ellos se movían’’.
Mientras ella disfrutaba de su estancia en el Bello Nido, había llegado a Acapulco un Juez de Toluca, Alejandro Vargas, con quien tiene contacto a través de su gran amiga, Lucina Antonieta Dávila Ponce ‘’Yo había escuchado excelentes comentarios de él y cuando me enteré que había llegado a Acapulco yo dije ‘’quiero trabajar con él’’. Bere movió cielo, tierra y mar hasta que logró entrevistarse con el Juez Alejandro Vargas, quien la puso a prueba 15 días, para luego ofrecerle trabajo, mismo que ella aceptó más que encantada, Fue su Oficial de Sección Penal, Trámite de Amparo y Proyecto de Sentencia ‘’Alejandro me dejó impactada desde el primer momento que empecé a trabajar con él…no deja de sorprenderme con sus conocimientos, por eso digo que se ha convertido en mi Sensei, es una bendición para mí’’.
Después de 7 meses la cambiaron de área ya que había una vacante en el área de Actuaría. Y comenzó a ser Actuaria aunque confiesa que esa es la parte que no le gustó mucho pues tenía que andar en la calle ‘’Sin embargo, fue una formación intensa pero muy edificante, Alejandro Vargas es un excelente maestro’’.
Y un buen día llega la sorpresa: un compañero de la Universidad Americana. Tomás Flores Zaragoza, secretario en funciones, le ofrece una plaza en el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal y Administrativa, precisamente donde Berenice había tenido su primer nombramiento. Hoy en día, Berenice da clases de Juicios de Amparo en la Universidad Americana.
Berenice es el prototipo de la mujer guerrerense, guapa, talentosa, profesional exitosa. Su vida personal está en pausa, pues no ha encontrado a su alma gemela amén de que sus prioridades son su hija y su trabajo. Dice que ha conocido gente pero ‘’al poco tiempo o me desencanto yo, o se desencantan ellos, pues no aguantan mi ritmo’’.
Se libera del estrés haciendo mucho ejercicio, también gusta de ir a correr al Parque Papagayo y desde luego, estar con su hija, con la que disfruta pasear, irse de vacaciones o simplemente ver películas y comer palomitas ‘’Ella es mi prioridad, mi inspiración, mi motor, mi razón de ser’’.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario