domingo, 24 de agosto de 2014

El futuro de Acapulco gravita sobre el razonamiento popular

Aunque suene ridículo, el futuro de Acapulco pende de una elección. El personaje electo como presidente municipal deberá administrar un Ayuntamiento con cuentas “no tan malas” y dar respuesta a demandas rezagadas, ancestrales, de una ciudadanía inmersa en el contexto de una débil economía, precarios salarios, falta de empleo, inseguridad y pobreza.
Esos lastres son derivados de la corrupción, de la ausencia de un gobierno efectivo y de la falta de políticas públicas innovadoras.
Para la elección intermedia venidera de 2015, no sólo basta con ir a votar. Hoy se requiere modificar los paradigmas e iniciar la transformación política a través de candidaturas auténticamente ciudadanas con viabilidad de acceder a cargos públicos, con o sin partido político.
Es hora de que los ciudadanos, esta masa con amplias responsabilidades, obligaciones y derechos, logremos organizarnos para intercambiar propuestas, esbozar estrategias, confeccionar programas y lanzar candidatos a los distintos cargos de elección.
Debemos –como obligación ética y pública- involucrarnos en la política e influir en los asuntos que nos incumben como colectivo social. La agenda pública es de crucial importancia y debemos incidir en ella.
A la par, requerimos incorporarnos a los partidos políticos como producto natural de los sistemas democráticos y exigirles que postulen a los mejores. Los 10 partidos políticos nacionales ya no tienen el monopolio de las elecciones; ahora tendrán que competir con otros.
Hoy, la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Guerrero permite a los próximos legisladores locales reelegirse hasta por tres periodos consecutivos para acumular cuatro en total, es decir, 12 años de poder. Lo mismo sucederá con los nuevos presidentes municipales, quienes únicamente podrán reelegirse un periodo más, es decir, por un mandato de 6 años.
Como gobernados tenemos la obligación de analizar, cuestionar y valorar a los candidatos a cargos de elección popular y sus propuestas. Aspectos que no podemos desestimar son el arraigo en su localidad, solvencia moral, probada honestidad, empatía con la ciudadanía, modos de supervivencia legítima (que no tengan necesariamente que ser los fondos públicos) y la pasión por servir.
De nosotros depende tener a los gobernantes que merecemos y, en consecuencia, las acciones que necesitamos para salir adelante como sociedad, como ciudad, como destino turístico y como sostén económico de Guerrero.
El célebre escritor cubano José Martí sentenciaba: “Pueblo que soporta a un tirano, lo merece”.

De nuestra decisión, plenamente razonada, depende el revertir esa acertada afirmación.

@pedrokuripheres

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