Una, es la postura oficial, la de la SEP y su vinculación con el SNTE, quienes apuestan a como dé lugar que debe haber una transformación. De eso no hay ninguna duda.
La otra, es la de la CNTE, la de los inconformes de siempre,[1] quien busca también una transformación.
Dichas posturas difieren en las formas de cómo sería esta transformación y desde luego en el método. La oficial, sugiere que la transformación, se haga de manera vertical, sin tocar estructuras institucionales y obviamente sus vicios. De esto hay mucho qué comentar.
Vemos, leemos y entendemos que la transformación desde esta posición, va con el binomio SEP-SNTE, con base en el análisis que hemos hecho. Esto es, sí, la reforma, pero sólo a losmaestros. Las estructuras burocráticas no se tocan, por lo tanto la simulación está a todo lo que da. Sobre este punto se ha comentado bastante, existe literatura suficiente.
En tanto la CNTE, dice, sí a la transformación, pero, no sólo a los maestros, debe haber reestructura institucional y lo que esto implique en la operación de planes y programas.
Si es necesaria una reformulación curricular, venga. El trasfondo de esto que mencionamos, lo han tocado ya varios académicos de prestigio, (Gilberto López y Rivas, 2014; Hugo Aboites, 2013; Manuel Gil Antón, 2013), entre otros.[2] Con argumentos sólidos y bien fundamentados.
Por supuesto, de ésta última, sus posiciones y afirmaciones son contundentes, la interpretación que hacemos de ello pasa por lo social. La inconformidad de grupos sociales y del magisterio, así lo demuestran.
Atraviesa lo jurídico-legal (la modificación de artículos de la Constitución), con el aval de las instituciones encargadas de la impartición de justicia, al servicio del Estado. Por cierto, éstas, actualmente a la baja en credibilidad.
Dichas transformaciones se deslizan hacia lo educativo y en este aspecto, los actores sociales de la educación, se hacen bolas. Las autoridades de gobierno y educativas no atinan, los profesores reclaman, los empresarios se agandallan, [3] -valga la expresión-, los alumnos están confundidos. ¿Resultados?, desconciertos y efectos diversos, claro sin calidad en los aprendizajes, entre otros.
En los hechos, la transformación y planeación estratégica de la educación, se plantea considerando el enfoque mercantilista, práctico-utilitario,[4] por competencias, esto se complica con que el profesor atiende grupos numerosos. Ante esto ¿cómo se aplica el enfoque por competencias?…., si lo saben y les ha dado resultados, me comentan…,
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