Recordando más y más

(Anecdotario)
Angelina Díaz Pamplona Vda. de Valverde
Con el tiempo este plantel se convirtió en la Escuela Primaria Federal ‘’Vicente Guerrero’’. Ya en los sesenta esta institución tuvo un edificio propio, construido en una primera etapa por el CAPFCE. Como la idea era formar dos edificios iguales para albergar a todos los niños que se inscribieran y sobre todo hacerlo en la mañana, porque en ese entonces los padres de familia se negaban a que sus hijos –principalmente sus hijas-asistieran a clases por la tarde.
Comenzó la lucha pretendiendo que el mismo CAPFCE construyera la segunda etapa. La respuesta a nuestra petición fue afirmativa, pero se nos aclaró que esta acción tenía que ser en una colaboración tripartita, es decir, el gobierno federal, el gobierno del estado y los padres de familia.
En esta ocasión los miembros de la mesa directiva de la Sociedad de Padres de Familia, éramos: la señora Gloria Jaramillo de Salas, secretaria; Abel Ramírez, tesorero; Ana María Quezada Domínguez y Reina Gil Quezada, vocales; y yo como presidenta. El director era el Profr. Luis A. Gil, quien lucho denodadamente para la realización de este proyecto y entonces sí contamos con todo el apoyo del presidente municipal que ene se tiempo era Francisco Quezada Vázquez.
Cuando nos dimos cuenta que no sería posible reunir la cantidad que se nos pedía, pensábamos y pensábamos, qué hacer para lograr nuestro cometido, siendo que había terreno de sobra para construir el edificio y una cancha deportiva. Hubo veces en que nos sentimos derrotados e impotentes, pero nuevamente mi esposo tuvo la gran idea de que pidiéramos ayuda en la Ciudad de Puebla a una institución muy importante que se llama ‘’Fundación Jenkys’’ (de la que se decía que un matrimonio norteamericano llegó a vivir a esa ciudad y lograron amasar una gran fortuna. Nunca tuvieron hijos y decidieron fundar una institución, donde con ese dinero pudieran edificarse escuelas , centros recreativos, centros deportivos, para el beneficio de niños y jóvenes. Fue mi esposo quien nos proporcionó estos datos y nos hizo saber que en Acapulco había una escuela primaria que había sido construida por ‘’Fundación Jenkys’’ y llevaba el nombre de esta institución.
Comprendiendo que era la única solución no lo pensamos mucho y tomamos la decisión de ir a la Ciudad de Puebla, los de la mesa directiva, el director de la escuela y hasta el presidente municipal. En esa ocasión llevamos como obsequio para la persona que representaba a la ‘’Fundación Jenkys’’, un precioso machete fabricado por Goyo García y costeado por el ayuntamiento, cuya leyenda decía ‘’No me saques sin motivo, ni me guarden sin honor’’. La funda, muy hermosa también fue elaborada por los artesanos de Santa María. Como la mesa directiva no contaba con fondos, cada uno de nosotros pagó el importe de su pasaje y hospedaje.
Logramos entrevistarnos con el tesorero de ‘’Fundación Jenkys’’, cuyo nombre era Manuel Cabañas, ya que al morir los fundadores, él había quedado como representante. Al principio este señor Cabañas se mostró un tanto indiferente ante nuestra petición, alegando que de momento
estaban construyendo la ciudad universitaria allá en Puebla y que en cuanto esta fuera terminada, con gusto nos construirían un club deportivo, porque ya contábamos con un edificio con seis aulas suficientes para los grupos de primaria y que se iniciaran de una vez los turnos vespertino y nocturno, como se acostumbraba en muchas ciudades.
Esto no nos agradó a ninguno de los que fuimos de intermediarios para que se nos ayudara con la construcción de la segunda etapa de nuestra escuela. Una de las principales razones era la negativa de los padres de familia, ante la idea de que sus hijos asistieran a la escuela por la tarde o noche. Otra razón era que había por ahí un plan para despojar al Profr. Luis A. Gil de la dirección de la escuela.
El inspector en turno de esa zona, que era el Profr. Mario Martínez Sánchez con turbias intenciones se proponía destituir a un maestro que hasta ese momento se había conducido de manera recta, demostrando en todo momento dedicación y entrega como director del único turno que entonces había en la ‘’Vicente Guerrero’’.